La ilusión de creer que soy “mi mente, mis pensamientos y mi capacidad intelectual”
- Alexandra Cortés

- 9 jul 2023
- 5 Min. de lectura
La ilusión de creer que soy “mi mente, mis pensamientos y mi capacidad intelectual”
Una de mis recientes ilusiones develada
En este camino de enfermedad, en algún momento comencé a experimentar algo completamente nuevo para mí, conocer algo más de mi invención que no me había dado cuenta.
“yo” era una mujer que me consideraba muy inteligente, con una mente brillante (no excepcional ni genio), que me sentía orgullosa de la capacidad de análisis que tenía, la habilidad de resolución para casi todo, la facilidad que tenía de ver el todo de una situación no solo el punto, la destreza matemática; era obvio que estaba completamente identificada con mi capacidad mental y además me sentía muy orgullosa de lo que era gracias a esta.
Además, este orgullo e identificación se incrementaba al sentirme una mujer ecuánime, centrada, racional y equilibrada gracias a esta capacidad.
Aparentemente debido a la enfermedad y sus tratamientos, lo que no tiene relevancia, una nueva circunstancia en mi vida se comenzó a dar cuando alguien me contaba o explicaba algo que fuera más largo que una simple oración, y me perdía en la narrativa necesitando que me repitieran.
Cuando me repetían, a la velocidad “normal” que lo hacían, no era viable para mi aun entender, y volvía a pedir que me lo explicaran más despacio. En algunas ocasiones, cuando ni despacio alcanzaba a entender, ya me daba pena y lo dejaba pasar.
También me daba cuenta que, además, analizar las situaciones, encontrar soluciones, darle forma a lo que me contaban no era una tarea fácil, e incluso sorprendentemente algunas veces no lo lograba.
Viví y aun de vez en cuando la vivo, la experiencia nueva de la desesperación por no encontrar en mi cabeza alguna solución a algo tan sencillo como una decisión de donde almorzar, que vestir, a qué hora ir a algún lado, etc. Esta impotencia se convertía de inmediato en mal genio, molestia, tedio y ganas de no hacer nada.
Mi memoria también se vio afectada cuando rápidamente se desconectaba de recordar cosas de mediano y corto plazo; lo que me llevó a comenzar a escribir todo y compartir con mi familia donde estaban todas las cosas importantes porque no sé hasta donde pueda llegar mi memoria.
También experimenté y aun sucede, el perderme de mi propia narrativa cuando la estoy exponiendo en el momento que hay una mínima interrupción y me cuesta trabajo regresar a la línea de pensamiento que sostenía, e incluso en algunos momentos la pierdo por completo y no la puedo retomar, no la encuentro en mi cabeza.
Hacía un esfuerzo grande para que el exterior no lo notara, pero era inevitable pedir repeticiones, atender las circunstancias a solas a mi tiempo para no mostrar en reuniones mi lentitud, el mal genio salía inconscientemente en ocasiones por cosas como no poder resolver un simple “qué vamos a hacer esta tarde”.
Aunque estas situaciones no eran todo el tiempo ni a un alto nivel, por decirlo de alguna manera, al comenzar a experimentar la disminución en la capacidad de recibir información de forma rápida, en la capacidad de análisis, de encontrar soluciones y respuestas a las mínimas cosas y además de toda la pérdida de memoria, experimenté muchos sentimientos que me alejaban de mi paz.
En mi decisión de elegir por encima de todo estar en paz, tome la decisión de aislarme para estar conmigo, observarme y sincerarme con lo que sentía. Mi lugar favorito para hacerlo, la naturaleza.
Identifiqué rabia y frustración por la impotencia de no poder hacer nada con lo que ocurría, y me di cuenta que estaba luchando a través de estos sentimientos para defenderme de una amenaza a mi mente, a eso que creía que era yo, por lo tanto, a mi existencia. Sentí mucho miedo a perderme a mí, miedo a perder a esa de la que tanto estaba orgullosa y que no me había dado cuenta que me creía que yo era eso, surgía miedo a la posibilidad de dejar de existir si mi mente no funcionaba. Y ahora, ¿cómo interactuar?, ¿cómo andar por este mundo sin esta capacidad? Si esta era yo y estaba perdiendo mi mente, yo estaba muriendo (otra vez).
Fue una revelación asombrosa para mí, al observarme, darme cuenta cuanto me había identificado con mi mente, con mis pensamientos y mi capacidad intelectual, darme cuenta que me creía que yo era esto, no lo había visto porque siempre estuvo allí automática durante toda mi vida, hasta que comencé a sentir que la perdía, que me perdía, esa que supuestamente era “yo”.
Al darme cuenta de que me creía que yo era esto, como en otras ocasiones con tantas cosas con las que alguna vez me identifiqué en este plano de la forma, entre en silencio profundo para llegar a mi corazón, allí donde me encuentro con mi Ser real, con mi YO y logro descansar y desaparece toda angustia y sufrimiento. Allí en mi hogar, de donde Soy, donde simplemente Soy. Comienzo a sentirMe nuevamente, donde no hay tiempo ni espacio, donde me expando por encima de mi cuerpo, donde Soy totalidad, donde siento el amor y la luz plena que Soy, la unión con todo, en confianza total, sostenida por el Amor.
Estando allí llevo mi creencia de sentir que soy mi mente y se desvanece por completo porque estoy en quien realmente Soy. Traigo la idea de poder perder mi capacidad mental del todo, mi memoria, etc., y experimento que ya no hay sufrimiento, que no pasaría nada si así fuera, incluso si no logro hablar con nadie más y mi experiencia fuera aislarme, hay confianza, porque aún sigo existiendo incluso si esto ocurriera, así como si mi cuerpo no estuviera, que ya lo he experimentado.
Por encima de mi mente, de mi memoria, de todo, Me siento, aquí estoy, aquí siempre existo, aquí la paz eterna Soy, Soy el eterno presente por encima de toda forma.
Ya no hay lucha por sostener algo que no soy, no desde un pensamiento, sino desde la experiencia en mi corazón de estar sintiéndome en este instante quien realmente Soy. No hay campo para la creencia de que soy una capacidad mental, ni siquiera el cuerpo.
Desde quien Soy, estoy conectada a todo, nunca me desconecto de la Mente eterna.
Las experiencias en la forma que tenga que vivir con la capacidad de mi cabeza en cualquier nivel, pues serán solo eso, posibilidades de experimentarme en esta forma, pero nunca serán lo que Yo Soy. Se pierde el miedo, te dejas en paz y fluyes sin resistencias en esta existencia humana.
Hare lo mejor que este a mi alcance para cuidar mi cuerpo y mi mente. Las experiencias serán las que deba de vivir.
He muerto al apego a mi mente, para nacer nuevamente a lo que Soy.
A la fecha mi capacidad está un poco mayor a la de hace unos meses. Esto es solo un compartir con amor. Ten paciencia a esta capacidad que hay en mi cuerpo (no a mi pues esto no soy) ,al igual, esta te llevará a experimentar también cosas en ti. La forma y la experiencia donde estamos juntos es una creación conjunta para que ambos recordemos y regresemos a nuestro hogar, a vivir desde quien Somos.






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