¿Qué elijo de mi vida? ¿De este instante real que vivo?

Del momento presente que ya ES y ESTA, me quedo en el pensamiento sobre el pasado, preguntándome ¿por qué se dio esto? Del tejido de infinidad de sincronías para que este momento exista que no alcanzo a ver, elijo una ida que creo ser la única razón y además la acertada.

Adicional, me quedo en esta idea trabajando en ella para “solucionarla”

Me quedo atrapada una ilusión, en algo que ya no existe. No atiendo el presente que ya Es

Del momento presente que ya ES y ESTA, me quedo en el pensamiento del futuro. ¿Cómo hago para que el futuro se dé diferente? Del tejido de infinidad de sincronías que se deban dar para mí y para todos y que no alcanzo a ver, elijo una idea que creo que es la única acción que debo hacer para que el futuro se dé como lo imagino para mí y para todos.

Adicional, me quedo en esta idea trabajando en ella para “que se dé como yo quiero”, creyendo que yo tengo el control del instante futuro

Me quedo en esta ilusión del futuro, en algo que aún no existe. No atiendo el presente.

El momento presente que ya ES y ESTA, no lo atiendo, me lo pierdo por mantener mi mente en la ilusión, no me permito vivir lo que ya Es, porque estoy distraída.

El momento presente que ya ES y ESTA, el único real, puedo elegir seguir en la ilusión, dormida en ideas de algo que no existe o vivir y atender mi momento, mi vida de este instante, mi única realidad.

Cuando me doy el permiso de vivir, cuando me libero de la ilusión y me vivo, me doy la oportunidad de observarme en este instante, me permito verme, conocerme, qué siento, qué creo, qué pienso, qué creencias tengo. Se abre la oportunidad de desvanecer esto que encuentro y luego llegar a Mí, a mi verdadero Ser.

Cuando me doy el permiso de vivir libremente, me doy la oportunidad de descubrirMe.

Puedo elegir.

Amo este instante, porque lo acepto completamente como mi oportunidad de despertar, de recordarme y regresar a Mi.*